El hacker de Mango Markets afirmó que todo lo que él y su supuesto equipo hacían era legal y formaba parte de una estrategia comercial rentable.
Con octubre convirtiéndose en uno de los peores meses en cuanto a hackeos contra plataformas de criptomonedas, Mango Markets -un proyecto DeFi con sede en Solana- destacó con un exploit por valor de unos 115 millones de dólares.
Los últimos acontecimientos supusieron un cierto alivio para los usuarios afectados, pero también mostraron cómo un hacker podía beneficiarse legítimamente fundando vulnerabilidades en los protocolos DeFi.
El hackeo multimillonario
El proyecto basado en Solana se convirtió en la última víctima de un exploit DeFi, con informes iniciales que afirman que el atacante birló 100 millones de dólares en activos digitales. La cantidad podría ser un poco mayor, según estimaciones más recientes.
Ambas partes se sentaron en la mesa de negociación online tras el hackeo, y el atacante propuso borrar todas las deudas incobrables. Esto fue votado en contra por la comunidad, a pesar de que el hacker había obtenido una parte masiva del token de gobierno del protocolo MNGO y votó a favor de su propia propuesta.
La contrapropuesta del equipo de Mango ofrecía al atacante quedarse con unos 50 millones de dólares si accedía a devolver los fondos restantes. Además, el equipo se comprometió a no emprender ninguna acción penal, así como a borrar la deuda incobrable.
Según un tuit del 15 de octubre, el atacante efectivamente devolvió 67 millones de dólares en criptoactivos. El equipo también pidió a la comunidad que se reuniera el lunes para votar sobre “cómo podemos solucionar este lío”.
Cabe destacar que el token nativo de Mango se desplomó tras el hackeo en más de un 50% en horas, pasando de 0,04 dólares a menos de 0,02 dólares. A partir de ahora, se negocia a centímetros por encima de este último.
