El colapso de uno de los bancos más grandes del sector, Silvergate Capital, ha generado una explosión de desconfianza en la industria. Según Reuters, la decisión de la entidad de cerrar operaciones y liquidarse voluntariamente ha provocado una caída en las acciones de empresas relacionadas con criptomonedas.
La situación ha alertado a inversores, quienes temen que este hecho tenga graves consecuencias para la regulación de la criptomoneda en los Estados Unidos, así como para la capacidad de los bancos para trabajar con plataformas de activos digitales y empresas de corretaje criptográfico.
Para Marcus Sotiriu, analista del mercado de GlobalBlock, la muerte de Silvergate no fue un problema de criptomonedas, sino el resultado de la falta de dinero en efectivo y la fuga de bancos. “Esto va a requerir una regulación más estricta de los intermediarios criptográficos”, señaló Aaron Kaplan, director de Prometheum Inc.
La crisis también ha llevado a varias empresas a anunciar la terminación de sus relaciones con Silvergate. Primero fue la compañía LedgerX, seguida de la bolsa de criptomonedas Coinbase. El banco, por su parte, ha afirmado que ha tenido que retrasar la presentación de su informe debido al aumento de las operaciones de pago de deudas a los acreedores.
El colapso de Silvergate podría significar una tendencia a la salida de criptomonedas de Estados Unidos, al menos hasta que se cree una base legal más integral para el sector.
