El fundador caído en desgracia de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), está intentando recuperar el acceso a sus acciones de Robinhood, valoradas en más de 460 millones de dólares. El ex CEO de la criptobolsa colapsada alegó que las necesita para “pagar su defensa penal”, subrayando que sin ellas las consecuencias serían graves e “irreparables.” Los clientes de FTX, por otro lado, “sólo se enfrentan a la posibilidad de pérdidas económicas”, afirma la presentación judicial de SBF.
El cofundador y ex consejero delegado de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF), está tratando de recuperar el control de sus acciones de Robinhood que actualmente se disputan varias partes, entre ellas el propio SBF, la nueva dirección de FTX y el prestamista de criptomonedas en quiebra Blockfi.
Bankman-Fried ha pedido al tribunal de quiebras que deniegue la moción para hacer cumplir la suspensión automática (moción de suspensión) presentada por la nueva gestión de FTX sobre 56.273.269 acciones de Robinhood Markets Inc. (Nasdaq: HOOD), valoradas en más de 460 millones de dólares, según muestra una presentación judicial del jueves.
El documento judicial detalla que el antiguo jefe de FTX “solicita que se deniegue la moción de suspensión” porque la nueva dirección de FTX “no ha cumplido con su pesada carga de establecer que se justifica un recurso tan extraordinario”. Por otra parte, la moción de suspensión debería ser “discutible” ya que el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) ha obtenido una orden para incautar las acciones de Robinhood, añade la presentación judicial, señalando que la nueva dirección de FTX no ha retirado la moción de suspensión, lo que llevó a Bankman-Fried a presentar una objeción.
La presentación judicial explica además que SBF “necesita parte de estos fondos para pagar su defensa penal”, alegando que una “incapacidad financiera para defenderse tiene graves consecuencias, y es irreparable”. La presentación continúa:
”Por el contrario, los deudores de FTX sólo se enfrentan a la posibilidad de sufrir pérdidas económicas.”
Bankman-Fried argumentó que las acciones de Robinhood en litigio no son propiedad de Alameda Research ni de ninguna otra entidad implicada en la quiebra de FTX. En su lugar, son propiedad de Emergent Fidelity Technology Ltd., una empresa que le pertenece en un 90%. Según la presentación judicial, Bankman-Fried y Gary Wang, otro ejecutivo de FTX, pidieron prestados los fondos a Alameda para que Emergent comprara las acciones de Robinhood.
La comunidad cripto, indignada por las declaraciones de SBF
Muchas personas en las redes sociales están indignadas por la afirmación de Bankman-Fried de que se enfrenta a un daño mayor que los clientes de FTX que sólo sufren “la posibilidad de una pérdida económica.”
Una persona tuiteó: “SBF da un nuevo significado a chutzpah. Argumentando en el tribunal que la balanza de equidades pesa a favor de que él venda HOOD para pagar sus propios honorarios legales porque la prisión es un daño inestimable y los acreedores de FTX sólo sufrirán pérdidas económicas.” opinó otro:
”Esta es una de las frases más repugnantes que he leído. Asociar tu nombre a la afirmación de que la pérdida económica de los deudores no es una cuestión de vida o muerte para algunas personas es despiadado y fuera de lugar. ¿Qué ha sido de “Nada importa más que compensar a los clientes”?”
