En la saga legal en curso entre Ripple y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), el abogado pro-XRP, Bill Morgan, dio un paso al frente para brindar información sobre el impacto potencial de las recientes acusaciones del organismo regulador. A medida que las tensiones continúan aumentando, el análisis de Morgan arroja luz sobre los desafíos que enfrenta Ripple a través del escrutinio legal.
Los comentarios de Morgan giran en torno a las acusaciones de la SEC dirigidas a Ripple, particularmente en relación con el “supuesto” trato preferencial de la criptoempresa hacia los inversores institucionales.
El último escrito de la SEC alega que tales descuentos preferenciales otorgados por Ripple podrían haber resultado en daños por la asombrosa cantidad de 480 millones de dólares para los inversores que quedaron fuera de estos acuerdos.
Morgan ha expresado reservas sobre la postura adoptada por la SEC. Cree que es necesario examinar las pruebas detrás de las acusaciones y cuestiona la validez de las afirmaciones de la SEC. Destaca la aparente falta de pruebas sobre la causalidad de la supuesta irregularidad.
A Morgan también le preocupa el daño potencial a la reputación de Ripple entre los inversores institucionales. La revelación de descuentos selectivos plantea dudas sobre el cumplimiento de la empresa con los estándares regulatorios, particularmente en lo que respecta a los requisitos de divulgación. Estos problemas podrían complicar aún más los procedimientos legales de Ripple y erosionar la confianza de los inversores en la empresa.
La SEC ha intensificado sus esfuerzos al apelar al juez Torres para obtener una sentencia final contra Ripple. La agencia reguladora está buscando una variedad de medidas punitivas, incluidas medidas cautelares permanentes, restitución, intereses previos al fallo y sanciones civiles por un total de casi $2 mil millones.
