¿Cuál es el impacto de las criptomonedas en la economía?

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La criptomoneda es mucho más que una innovación financiera: es una forma de progreso social, cultural y tecnológico. Por su carácter accesible, las criptodivisas tienen el potencial de estimular enormemente la economía.

Las criptodivisas son activos digitales gestionados con algoritmos criptográficos. Hay diferentes tipos de criptodivisas. Bitcoin (BTC) es probablemente la criptodivisa más conocida, pero con el tiempo han surgido miles de otras. Naturalmente, entre ellas también se encuentran las stablecoins, criptodivisas cuyo valor está vinculado, por ejemplo, a una moneda fiduciaria, papel de deuda o materias primas como el oro.

Cuando los precios de las criptodivisas se corrigen y el índice de miedo y codicia rebota, es importante tomarse un respiro y comprender que el impacto más amplio de las criptodivisas va más allá de las fluctuaciones diarias de los precios. Los casos de uso de las criptodivisas y sus tecnologías de cadena de bloques subyacentes se están desarrollando a una velocidad exponencial. El tremendo impacto económico de las criptodivisas en la economía global atraviesa sectores más allá de las fronteras nacionales y va más allá de lo que era imposible hace poco tiempo.

Las criptomonedas tienen pros y contras, como cualquier herramienta o tecnología. Los impactos positivos de las criptodivisas son profundos. Una de las mayores ventajas es, sin duda, la accesibilidad. Con las criptodivisas, uno puede pagar o cobrar sin la intervención de terceros, como los bancos. Podría decirse que el statu quo del sistema financiero actual ha fallado a muchas personas en todo el mundo. De hecho, más de 1.700 millones de personas no tienen cuentas bancarias.

Debido a su accesibilidad, las criptomonedas pueden estimular la inclusión financiera en todo el mundo. Para las poblaciones desatendidas y no bancarizadas -de las cuales mil millones tienen teléfonos móviles- el uso de criptodivisas ofrece una oportunidad de inclusión financiera. Por lo tanto, se puede argumentar que las criptodivisas son intrínsecamente buenas para la economía.

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