Cuando llegó Micah Johnson, Dave Roberts invitó a todos los nuevos Dodgers de Los Ángeles a compartir con él sus pasiones individuales. Johnson había pasado su infancia tocando el piano, pero dijo que se dedicó a la pintura después de ver a Roberts “llevar un piano” al vestuario. Roberts le encargó que pintara a Maury Wills.
Johnson caracterizó la obra de arte como “horrible”. “Era terrible. Algunos de los atletas del vestuario eran mis héroes cuando era pequeño. Después de eso, me expresaron su gratitud”.
El aprecio mostrado a Johnson por sus héroes le permitió ver que su talento pictórico no era tan terrible. Los comentarios que recibió de sus compañeros sobre esa imagen le sirvieron de impulso para emprender una segunda carrera como artista.
Esta carrera estuvo llena de altibajos. Durante su tiempo con los Dodgers, Johnson expuso sus pinturas en el Dodger Stadium y también en Atlanta. Tras su retirada del béisbol en 2018, intentó hacer la transición al mundo de la pintura, pero rápidamente se dio cuenta de la dificultad del empeño. Cuando se quitó la camiseta, parecía más un pintor y menos un pintor. Nadie estaba interesado en comprar mis obras.
En 2020, Johnson expuso su obra por primera vez después de “machacarse” en ella durante el año y medio anterior. Johnson, que es adicto al trabajo, no dejó que el retraso le desanimara. Aplicó a la pintura el mismo nivel de dedicación que al béisbol, levantándose a las cinco o seis de la mañana para “batear desde un tee por mi cuenta”.
Después de investigar la tecnología en plataformas de medios sociales como Twitter y Discord, Johnson finalmente encontró el éxito cuando se aventuró en el mercado del arte de las fichas no fungibles (NFT). En febrero de 2020, gastó alrededor de mil dólares para comprar su primer NFT, que se tituló “.15 Seconds”. Fue un punto de inflexión en su vida.
Hoy, Johnson ha traído al mundo a Aku, una niña vestida con un casco de astronauta, y ha construido un universo con ella. La idea del personaje surgió de su sobrino, que se preguntaba si podría haber astronautas negros. Johnson creó cuadros que representaban a su sobrino con un casco de astronauta de 2 metros por 2 metros. Según Johnson, “le ponía un FaceTime y le enseñaba estos cuadros, y su placer al verse como una obra de arte gigante era maravilloso”.
Dentro del universo Aku, hay una serie de películas de animación coleccionables, una exposición en una galería interactiva en Art Basel Miami y un proyecto de fotos de perfil de 15.000 piezas llamado Akutars. Según Johnson, el primer NFT será opcionado para la televisión y el cine en abril de 2021. El hecho de que Trevor Noah, Pusha T y Tyra Banks hayan comprado ha contribuido a aumentar las ventas.
Los logros de Johnson no han llegado sin oposición. Debido al contrato inteligente de los Akutar, Johnson sufrió una pérdida de 34 millones de dólares en ETH durante el mes de abril. No deja que la situación le afecte. Hizo la observación de que “como empresario no técnico, se le exige que gestione las preocupaciones fuera de alcance”. Tenía que gastar 22,5 millones de dólares para reembolsar las devoluciones, asegurarse de que todo el mundo estuviera contento y abastecerse de akutares.
Su visión no se ha visto afectada en absoluto. A pesar de la tragedia, las producciones que tienen que ver con Aku persisten. Johnson sigue difuminando las líneas entre el mundo digital y el físico de Aku. Se empeña en crear un parque de atracciones con la temática de Aku. No quiere que Aku se centre en las NFT, sino que la tecnología sirva de columna vertebral para un proyecto que anime a todo el mundo, no sólo a su sobrino, a perseguir sus aspiraciones y ser quien quiera ser.
