Por fin será develada la identidad de Satoshi Nakamoto. El Dr. Craig Steven Wright, un informático australiano afirma ser el inventor de Bitcoin y el autor del libro blanco original de Bitcoin de 2008, pero es poco probable que el resultado final del juicio civil resuelva el misterio.
Sin embargo, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida lo acepta como un hecho, al conceder al demandante en el caso la capacidad para demandar a Wright en primer lugar.
Aunque la opinión predominante entre los defensores de Bitcoin es que la afirmación de Wright es engañosa, en lo que respecta a la jueza Beth Francine Bloom, Wright tiene 1,1 millones de bitcoins.
Satoshi Nakamoto: el juicio
Los miembros del jurado, que tienen previsto reanudar las deliberaciones este lunes después de la pausa de Acción de Gracias, tienen la tarea de emitir un juicio sobre una cuestión más limitada: si Wright es culpable de fraude, robo, incumplimiento de deberes fiduciarios y un puñado de otros cargos que podrían hacerle responsable de la mitad del alijo de bitcoins que podría haber minado en los primeros días de Bitcoin.
El demandante en el caso, Ira Kleiman, dice que el bitcoin, aunque aparentemente es de Wright, pertenece por derecho a la herencia del hermano fallecido de Kleiman, David, un amigo y supuesto socio de Wright.
David Kleiman murió en abril de 2013 a la edad de 46 años, sin poner nunca las manos en la fortuna que su hermano dice ahora que debería ser suya.
Ira Kleiman demandó inicialmente a Wright en febrero de 2018, alegando que Wright maquinó para robar tanto los 1,1 millones de bitcoins como la propiedad intelectual relacionada con el código fuente de Bitcoin que David Kleiman podría haber ayudado a desarrollar.
En el momento de la demanda original, la cantidad de bitcoin en cuestión estaba valorada en algo más de 10.000 millones de dólares. Lo que está en juego ahora es algo mayor: esa cantidad de bitcoin vale hoy unos 60.000 millones de dólares.
Si el jurado, compuesto por tres hombres y siete mujeres, considera que Wright se asoció con David Kleiman para minar esas monedas, suponiendo que estén de hecho bajo el control de Wright, tendrá que determinar el valor que se le debe a la herencia de Kleiman, más los daños punitivos -y los abogados de los demandantes han pedido muchos-, lo que eleva el total de las reclamaciones y los daños a 189.000 millones de dólares.
A modo de comparación, la persona más rica del mundo, el fundador de Amazon Jeff Bezos, vale 177.000 millones de dólares y sólo los 30.000 millones de dólares en bitcoin situarían a Ira Kleiman entre las 50 personas más ricas del mundo, según Forbes.
Ira Kleiman ha testificado que Wright y su hermano crearon una empresa en Florida en 2011 -W&K Info Defense Research LLC-, que es la forma en que el australiano ha acabado entrando y saliendo de un juzgado de Miami desde 2019.
Wright niega las acusaciones y dice que Kleiman simplemente le ayudó a transferir temporalmente el control del bitcoin -que dice que fue comprado en 2011 a un intercambio ruso “dudoso”- para mantenerlo fuera del alcance de las autoridades fiscales australianas.
Un último esfuerzo para evitar el veredicto del jurado
Poco antes de los alegatos finales de la semana pasada, el equipo jurídico de Wright presentó una moción para que se dicte sentencia como cuestión de derecho, básicamente una apelación al juez de que los demandantes no han presentado pruebas suficientes.
Este tipo de prejuicio por parte del juez sólo es una opción si “no existe una base probatoria legalmente suficiente para que un jurado razonable se pronuncie a favor de la parte no demandante”. Según los documentos del tribunal, sí la hay, y la moción fue denegada.
El tribunal denegó previamente una moción de la defensa para un juicio sumario, que utiliza una norma legal similar, por lo que esta última maniobra legal era una posibilidad remota.
Entre los argumentos del equipo de Wright figuraba que el valor de mercado de los bitcoins en cuestión no podía utilizarse como base para el juicio del jurado en virtud de un precedente de Florida conocido como la “teoría del descuento por bloqueo”: que el bitcoin no podía venderse sin afectar sustancialmente al precio. El juez no estuvo de acuerdo.
Ser o no ser Satoshi Nakamoto
Wright nunca ha podido demostrar que es Satoshi Nakamoto ni firmando un mensaje con la clave PGP de los correos electrónicos cifrados de Satoshi, ni moviendo ninguno de los primeros bitcoins minados por Satoshi que presumiblemente debería controlar.
El caso ha arrojado más detalles sórdidos sobre el comportamiento de Wright. En marzo de 2020, un juez anterior en el caso, el juez Bruce E. Reinhart, reprendió a Wright por falsificar documentos y dar testimonio perjuro.
Gavin Andresen, que en su día afirmó estar personalmente convencido de que Wright era realmente Satoshi, expresó sus dudas al respecto en una declaración jurada durante el juicio, refiriéndose en particular a las supuestas pruebas presentadas por Wright:
“Esa prueba de galimatías que publicó fue ciertamente, un engaño, si no una mentira absoluta. Así que por lo menos, que, considero, ya sabes, que – me embaucó allí “.
Cuando Wright fijó una fecha para probar sus afirmaciones – transfiriendo a Andresen bitcoin que se sabe que pertenece a Satoshi Nakamoto – no cumplió. El día en que debía transferir el bitcoin -el 4 de mayo de 2016- Andresen dice que le dijeron que Wright intentó suicidarse y fue llevado al hospital.
Wright se encuentra ahora en una posición precaria. Si el jurado falla a favor de Kleiman, es poco probable que Wright pueda acceder al medio millón en bitcoin -sea o no Satoshi- por una sencilla razón: es casi inconcebible que no lo haya hecho ya.
Las monedas de Satoshi no se han movido en más de una década, incluso cuando el precio de 1 bitcoin ha pasado de menos de un céntimo a 68.521 dólares. Ese es el indicio más claro de que Satoshi ha muerto o ha perdido las llaves.
Como dijo David Gerard, “Wright podría acabar debiendo medio millón de bitcoins que no controla al patrimonio del tipo con el que no inventó Bitcoin, sólo porque no quiso admitir que no era realmente Satoshi”.
