Google ha sido acusada de utilizar datos de otro sitio web sin permiso para entrenar a su nuevo chatbot de inteligencia artificial, Bard.
El ex ingeniero de Google, Jacob Devlin, se pronunció en contra de esta conducta poco ética y, tras no lograr persuadir a la dirección de Google, dejó su cargo y se unió a la competencia, OpenAI.
Según Devlin, Google habría violado las cláusulas de licencia al utilizar datos recopilados de ShareGPT, un sitio web independiente de recopilación de diálogos con ChatGPT. El problema con este enfoque es que hace que las respuestas de Bard y ChatGPT sean demasiado similares, lo que podría comprometer la calidad del chatbot.
Sin embargo, un representante de Google ha negado estas afirmaciones y ha afirmado que Bard no ha sido entrenado con ningún dato de ShareGPT o ChatGPT. A pesar de esta declaración, los empleados de Google todavía están molestos por la falta de transparencia de la empresa y la prisa que han demostrado al lanzar Bard al mercado.
Google presentó su nuevo chatbot en febrero de 2023, pero la compañía ha sido criticada por la falta de pruebas y por precipitarse antes del lanzamiento del nuevo Bing de Microsoft. Después de meses de pruebas internas, Google finalmente ha invitado a un grupo selecto de personas a probar Bard, pero ha habido muchos informes de respuestas inexactas y problemas técnicos.
Mientras tanto, el escándalo de ShareGPT continúa y muchos observadores están preocupados por el impacto que puede tener en la credibilidad de Google en el campo de la inteligencia artificial.
