Un juez de distrito de los Estados Unidos condenó a Stefan He Qin a más de siete años de prisión por haber participado en actividades de fraude con criptomonedas.
Tras ser comprobados sus delitos el pasado mes de febrero, Stefan He Qin fue condenado por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York que pidió una sentencia de siete años y medio en la prisión estatal, además de la confiscación de unos 55 millones de dólares. La sentencia fue dictada por la jueza de distrito estadounidense Valerie E. Caproni.
Stefan He Qin es ciudadano australiano de origen chino y tiene 24 años. Fue acusado de falsear ingresos de su fondo de cobertura para financiamiento su estilo de vida suntuoso. El fondo manejado por él llegó a manejar más de 90 millones de dólares. Ante la cantidad abrumadora de pruebas en su contra, Qin acabó por declararse culpable de los cargos.
Los delitos
Qin fundó un par de fondos de inversión en criptodivisas en el año 2016, cuando solo tenía 19 años. Estas empresas eran Virgil Sigma y VQR y, de acuerdo a los documentos presentados ante el juzgado, ambas compañías funcionaban en el estado de Nueva York.
Virgil Sigma nació para “emplear una estrategia para obtener beneficios de las oportunidades de arbitraje en el mercado de criptodivisas”. La Fiscalía también informó de que, desde el inicio, Qin se dedicó a trazar un plan para despojar de activos al fondo y estafar a los inversores que confiaban en esta organización.
Qin logró esto invirtiendo el capital de Virgil Sigma en cuentas personales a su nombre para usarlo con objetivos “distintos a la supuesta estrategia de negociación de arbitraje”. La mayor parte de estos recursos fueron destinados gastos sus personales y para cubrir gustos de lujo.
Stefan He Qin fue condenado a más de siete años por fraude
Qin también cometió fraude contra los inversores de su fondo VQR, que “empleaba una gran cantidad de estrategias de negociación y estaba preparado para ganar o perder dinero en función de las fluctuaciones del valor de las criptomonedas y no era neutral en el mercado.”
Asimismo, Qin era el único propietario de VQR y no pudo atender varias solicitudes de reembolso del fondo en diciembre de 2020 por lo que trató de canalizar dinero de VQR a cuentas personales y poder cancelar primero solicitudes de reembolso iguales, pero de su otra empressa, Virgil Sigma, lo cual no pudo cumplir debido a que los fondos ya habían sido gastados por el propio Qin.
Todo esto lo hizo en contra del consejo de los operadores senior que, finalmente, cedieron todo el control del fondo a Qin y, desde entonces, dejaron de funcionar y el tribunal ya inició la liquidación y distribución de los activos.
