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Bolivia atraviesa una de las crisis económicas más severas de su historia reciente, una situación que comenzó a gestarse hace más de una década y que, hasta el 17 de marzo de 2025, continúa profundizándose. Este análisis explora desde cuándo empezó, por qué ocurrió, por qué se ha agravado y cómo soluciones como la cuenta digital en dólares de Airtm ofrecen una salida práctica para los bolivianos.

Orígenes de la crisis
La crisis tiene sus raíces en 2014, cuando los precios internacionales de las materias primas, especialmente del gas natural—principal fuente de ingresos de Bolivia—, comenzaron a caer. Durante los años de bonanza (2006-2013), el país acumuló reservas internacionales récord de más de 15 mil millones de dólares gracias a las exportaciones energéticas. Sin embargo, el gobierno de entonces, liderado por Evo Morales, mantuvo un gasto público elevado y un tipo de cambio fijo del boliviano frente al dólar (6,96), sin diversificar la economía ni fomentar industrias alternativas. Cuando los ingresos por hidrocarburos se desplomaron, las reservas empezaron a menguar, cayendo a menos de 2 mil millones de dólares en 2024, según el Banco Central de Bolivia (BCB).

Causas estructurales
La dependencia de las exportaciones de gas y minerales, combinada con políticas económicas rígidas, sentó las bases del problema. El tipo de cambio fijo, sostenido artificialmente, agotó las reservas al subsidiar importaciones y combustible, mientras la producción interna no crecía al mismo ritmo. A esto se sumó una gestión fiscal cuestionada: el déficit público se disparó por proyectos faraónicos y subsidios, y la deuda externa creció hasta superar el 30% del PIB en 2023. La falta de dólares se agudizó con la salida de capitales y la desconfianza en el sistema financiero, lo que llevó a restricciones bancarias y un mercado paralelo donde el dólar duplica la tasa oficial.

Profundización de la crisis
Desde 2023, la crisis se ha intensificado por factores internos y externos. La producción de gas cayó a niveles históricos debido al agotamiento de yacimientos y la falta de inversión extranjera, mientras la inflación, que alcanzó el 8,8% en 2024 (la más alta en 20 años), erosionó el poder adquisitivo. La escasez de dólares generó lo que algunos llaman un “corralito de facto”: los bancos limitan retiros, convierten depósitos a bolivianos a tasas desfavorables y las filas para obtener divisas son interminables. El gobierno de Luis Arce ha negado un corralito oficial, pero las medidas paliativas, como emitir bonos o autorizar criptomonedas, no han revertido la pérdida de confianza ni la fuga de capitales.

Airtm: Una solución digital
En este panorama, Airtm emerge como una herramienta clave para bandear la crisis. Esta plataforma ofrece una cuenta digital en dólaresque permite a los bolivianos acceder a divisas de manera rápida y segura, algo vital ante las restricciones del sistema bancario tradicional. Los usuarios pueden recibir pagos internacionales (remesas, freelancing), convertirlos a bolivianos a tasas competitivas vía su mercado P2P y retirarlos a cuentas locales con comisiones bajas. Por ejemplo, un trabajador remoto puede cobrar en dólares y transferirlos a su banco en horas, evitando el mercado negro y sus riesgos.

La oportunidad que brinda Airtm es doble: protege los ahorros contra la inflación al mantenerlos en dólares digitales (como USDC) y facilita transacciones transfronterizas para comerciantes y emprendedores. Beneficia especialmente a quienes no tienen acceso a dólares físicos o enfrentan límites bancarios, ofreciendo flexibilidad con más de 500 métodos de pago y retiro, desde transferencias hasta criptomonedas. Esto empodera a los usuarios al darles control sobre su dineroen un contexto de incertidumbre.

Un cierre esperanzador
no resuelve la crisis estructural, pero es un salvavidas práctico para miles de bolivianos. Y hay más buenas noticias: en marzo de 2025, la plataforma anunció una reducción de sus comisiones, bajándolas a un promedio del 1,5% por transacción, lo que la hace aún más accesible. En tiempos de escasez, esta combinación de innovación digital y costos reducidos ilumina un camino para que los ciudadanos enfrenten la tormenta económica con mayor resiliencia.

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Última Actualización: marzo 17, 2025