En Alemania, tres partidos políticos llegaron a un acuerdo que los llevará a armar una coalición nacional de gobierno y dentro del mismo hay un llamado para que los países europeos trabajen juntos para supervisar las actividades en el sector de las criptomonedas.
¿Qué pide la coalición en Alemania?
Este llamamiento es solo un aspecto menor, pero importante del extenso documento hecho público luego de establecida la coalición conformada por los socialdemócratas, los verdes y los demócratas libres.
Los tres partidos se comprometieron a hacer de Alemania un centro para las empresas del sector tecnológico, especialmente para las FinTech para lo cual dice el documento, se requiere de políticas específicas y un enfoque legal para la emisión de acciones digitales.
El acuerdo pide asimismo, “igualdad de condiciones” en toda Europa para los nuevos modelos de negocios que estén centrados en lo digital y aquí se suma los que poseen como centro los activos digitales y las criptomonedas.
Destaca el documento que Europa amerita una dinámica nueva enfocada a las oportunidades y riesgos de las innovaciones financieras, los activos criptográficos y los modelos de negocio enfocados a estos aspectos.
De igual manera, los partidos dicen abogar por igualdad de condiciones y un terreno de juego equitativo en la UE que equilibre los modelos de negocios tradicionales, los innovadores y los usados por las grandes compañías digitales.
Sin embargo, no dejan al margen la “supervisión conjunta europea para los ecosistemas de las criptomonedas”, al tiempo que declaran obligatoriedad para que los proveedores de servicios activos cripto identifiquen de manera sistemática “los propietarios efectivos”.
Los tres partidos políticos alemanes no dejaron de mostrar su simpatía por el proyecto a largo plazo de implementar el euro digital como elemento complementario al efectivo y que debe ser una moneda de curso legal en el espacio europeo, pero que “que podrá utilizarse universalmente”, afirma el documento.
Finalmente, reconocieron que Europa necesita una infraestructura para operaciones de pago independiente, además de interfaces abiertas que proporcionen accesos sin barreras a los servicios financieros digitales para todos los ciudadanos por igual.
