Una encuesta reveló que en Estados Unidos, una mayor proporción de personas de comunidades minoritarias y LGBTQ poseen criptoactivos que los ciudadanos blancos
Según una encuesta de USA Today , cerca del 23% de los estadounidenses de raza negra, junto con el 16% de los hispanos, poseen criptomonedas, lo cual es considerablemente más alto que el 11% que poseen los ciudadanos estadounidenses blancos.
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El conocimiento sobre la inversión en criptomonedas también es, más frecuente, alto entre las personas de color. Además, casi la mitad de los ciudadanos estadounidenses negros, así como los asiáticos y los hispanos afirmaron estar familiarizados con la información referente al cripto. Lo cual contrasta con el 37% de los ciudadanos estadounidenses blancos que tienen dudas sobre este respecto.
Por otra parte, además de las minorías raciales, otras comunidades marginadas o minoritarias de la sociedad, también ven un mayor potencial en las criptodivisas como inversión, pues, aproximadamente, el 25% de los ciudadanos estadounidenses pertenecientes a la comunidad LGTBQ poseen activos digitales, frente a un escaso 13% del público en general.
Según el censo de 2019, los que se identifican únicamente como blancos representan cerca del 60% de la población estadounidense, los ciudadanos estadounidenses descendientes de hispanos corresponde al 18% y, finalmente, los estadounidenses de raza negra son el 13%.
La encuesta en cuestión se hizo entre 2 mil 10 adultos estadounidenses y se llevó a cabo entre los meses de junio y julio pasados.
Las minorías étnicas ven más posibilidades de inversión en las criptomonedas que en las finanzas tradicionales
Finanzas más equitativas
La encuesta pone de manifiesto que, tras haber sido ignoradas o manipuladas por las instituciones financieras tradicionales, las comunidades minoritarias marginadas, ven en las criptomonedas o activos digitales una manera o una nueva oportunidad para invertir, es decir, las reconocen cmp finanzas equitativas, pues un notable 43% de los estadounidenses de raza negra afirma que el sector bancario y de préstamos les ha tratado o considerado de manera injusta.
Por otra parte, un gran 39% perteneciente a la comunidad LGBTQ tiene la misma opinión o visión, lo cual contrasta con el 28% del público en general.
Aunado a esto, el 58% de los ciudadanos estadounidenses negros, el 66% de los ciudadanos de origen hispano y el 59% de los estadounidenses LGTBQ considera que los sistemas finacnieros tradicionales no se hicieron pensando en ellos por lo que las criptodivisas les facilita las inversiones ante alternativas más conservadoras.
No obstante, el entusiasmo, a muchos de estos inversores pertenecientes a las minorías les preocupa que sus inversiones pierdan valor, ya que cerca del 50% de los propietarios de cripto de raza negra encuestados declararon estar “muy preocupados” por la pérdida de valor y la volatilidad de las criptomonedas, en contraste o comparación al 30% de los propietarios de cripto blancos.
En este particular, los ciudadanos estadounidenses de la comunidad LGBTQ se mostraron un poco más optimistas que el público en general, pues el 20% afirmó estar “muy preocupado” por la volatilidad y pérdida de valor de sus inversiones cripto, frente al 33%, respectivamente.
Las minorías étnicas y la comunidad LGTBQ ve en las criptomonedas unas finanzas más equitatovas y democráticas y a su alcance
En este contexti, los inversores consideran que el potencial de las criptomonedas supera su riesgo y más del 75% de los criptoinversores de raza negra son más proclives a mantener los activos digitales a largo plazo, en contraste con el 63% de los criptoinversores blancos.
Representación de las criptodivisas
Mientras que la propiedad de criptodivisas se diversifica a medida que se extiende por Estados Unidos, no puede decirse lo mismo del Reino Unido ya que el órgano de regulación e la nación, es decir, la FCA o, la Autoridad de Conducta Financiera hizo pública un estudio en el que 2,3 millones de personas poseen criptomonedas en el país y el nivel relativo de comprensión ha disminuido.
No obstante, a medida que aumentaba la posesión, el grupo demográfico medio seguía siendo el mismo, es decir, hombres de clase media y media-alta mayores de 35 años.
