Edgar Adhemar Bacchiani, director general de Adhemar Capital, una estafa piramidal argentina que utiliza bitcoin (BTC) y otras criptodivisas, fue detenido el pasado viernes y está previsto que comparezca ante el tribunal el 28 de abril para ser interrogado.
Se acusa a Bacchiani y a sus otros dos socios de intermediación financiera ilícita, blanqueo de capitales y fraude. Clarn afirma que la esposa de Bacchiani también participa en la trama. Zaraive Garcés es originario de Venezuela.
Bacchiani y sus colegas son miembros de la División Unidad Catamarca de la Policía Federal. Una vez concluida la indagatoria, el juzgado determinará el tratamiento de cada uno de los imputados. Otros podrían ser llamados a declarar en los próximos días, según Alfredo Aydar, abogado de una víctima.
La empresa, con sede en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina, garantizaba a los inversores una rentabilidad del 50 por ciento en el comercio de bitcoins. Sin embargo, la promesa no se cumplió por mucho tiempo.
Un maremoto de denuncias La empresa refutó las denuncias de una investigación de la justicia argentina que circulaban desde enero.
La red de Bacchiani logró captar varias provincias
Si bien las operaciones del esquema se centraron mayormente en Catamarca, los supuestos beneficios de la empresa la llevaron a abrir oficinas en otras provincias, como Tucumán y Córdoba, e incluso en La Rioja.
Cristian Mastking, abogado que representa a 68 personas de La Rioja que se verían afectadas por el plan, dijo que su estudio jurídico había hablado con más de 20.000 personas para elaborar el plan.
A pesar de que dos inversores entregaron 620.000 y 8.950.000 dólares en febrero, no se sabe cuánto dinero manejaron Bacchiani y su equipo en total.
Según el abogado Aydar, las inversiones en la provincia de Catamarca sumaron USD 200 millones en 2015. Un informe de Tucumán asegura que Adhemar Capital controlaba entre USD 60 y USD 80 millones en la ciudad, así como USD 60 millones en Córdoba.
Bacchiani era un hombre adinerado que disfrutaba de un estilo de vida lujoso. A principios de este año, fundó Adhemar Capital y comenzó a publicar en las redes sociales fotografías de autos lujosos, incluyendo un Ferrari rojo. “1ª imagen entre bastidores de mi gf Sólo se asoma a ella”, escribe un usuario en Instagram sobre su novia.
Según informan los medios de comunicación locales, las víctimas de la supuesta estafa salieron anoche a la calle para exigir la devolución de su dinero. Intentaron irrumpir en el domicilio de Bacchiani, pero fueron detenidos por agentes de policía. Sonaron las palabras de un manifestante: “No tendrán vida hasta que nos devuelvan cada céntimo”.
¿Bacchiani tiene los fondos?
Al tratarse de criptomonedas, es posible que estén guardadas en una cartera fría. Basándose en una imagen publicada en Twitter, creen que Edgar Adhemar Bacchiani está en posesión de los bitcoin de los inversores.
En Twitter, Oswaldo Mendeleiev (@BetoMendeleiev_) denunció que la afirmación de Bacchiani sobre la propiedad de las criptodivisas es un invento. Todo comenzó a raíz de unas fotografías obtenidas por la policía tras la detención de Bacchiani, en las que se le ve haciendo unas particulares señales con las manos, que posteriormente fueron difundidas.
“Hay que prestar mucha atención a los movimientos de su mano. El signo de la guita, que se refiere al dinero de las víctimas en criptodivisas, lo crea con una mano mientras señala su teléfono con la otra”, dijo el propio Mendeleiev.
Esta parece ser una estrategia frecuente utilizada en las estafas piramidales. También fue el fundador y director general de Algorithms Group, y fue acusado de ser un estafador. Según CriptoNoticias, Biosca ha declarado que indemnizará a todos los perjudicados si deciden desistir de su acción contra la empresa.
Generacción ZOE, una estafa piramidal argentina que se extendió a otros países latinoamericanos y europeos, fue otro ejemplo internacional reciente. Fue extraditado a Argentina a principios de este mes bajo la sospecha de asociación ilícita y fraude, cargos que fueron retirados posteriormente.
Venezuela y España son dos países que han tomado últimamente medidas contra funcionarios de la Generación ZOE.