Los inmuebles virtuales se venden como NFTs en los juegos inmersivos del metaverso y han creado rápidamente una economía de mil millones de dólares.
Comprar tierra e inmuebles suele considerarse una buena inversión, pero ¿Qué pasa con las tierras e inmuebles virtuales?
Los tokens no fungibles (NFTs) que representan terrenos virtuales se han convertido en un tema candente desde la llegada del metaverso, y hay oro en esas colinas digitales, ya que algunas parcelas virtuales se venden por millones de dólares.
El terreno virtual constituye la columna vertebral de las plataformas metaversas impulsadas por las criptomonedas, como Decentraland y The Sandbox, y con grandes empresas tecnológicas heredadas, como Meta, que están elaborando planes para sus propios metaversos, está destinado a convertirse en un punto clave de diferenciación entre las ofertas metaversas centralizadas y descentralizadas.
Mientras estas visiones rivales del futuro del metaverso compiten por su posición, primero vale la pena definir qué es el metaverso y cómo la tierra virtual desempeñará un papel vital en su desarrollo.
¿Qué es la tierra virtual?
Todo terreno virtual existe en un entorno digital también conocido como metaverso. Un metaverso es, por lo general, un videojuego o una simulación de vida digital en la que se puede interactuar con otros jugadores utilizando un personaje que te representa a ti mismo.
La tierra virtual, por tanto, es el terreno digital -la geografía y el espacio físico- por el que los jugadores pueden deambular en el metaverso.
Los terrenos virtuales pueden ser tan sencillos como un entorno pixelado en 2D, tan abstractos como un espacio de cajas blancas o negras en 3D, o un rico entorno virtual en 3D poblado de océanos, montañas y cualquier otra cosa que puedas imaginar.
¿Cómo funciona el terreno virtual?
Por un lado, las tierras virtuales no requieren criptografía: muchos videojuegos han ofrecido una especie de tierra virtual durante décadas. Dependiendo del diseño de un metaverso concreto, los terrenos virtuales pueden tener un aspecto “abierto” o “cerrado”. Muchos metaversos muestran pantallas de carga cuando los jugadores cambian de entorno, como en los dos primeros juegos de “Los Sims” o VR Chat, mientras que otros metaversos como “World of Warcraft” ofrecen una experiencia de mundo abierto más fluida.
Pero algunos creen que las criptomonedas y la tecnología NFT pueden ser la clave de un metaverso verdaderamente interoperable y abierto.
En Web3, las propiedades o espacios virtuales suelen venderse como NFT, lo que significa que la prueba de propiedad existe en una blockchain como Ethereum y actúa esencialmente como una escritura que otorga al titular el acceso y el control sobre dicho terreno.
¿Cómo comprar tierra virtual?
Aunque el proceso de compra de terrenos virtuales puede variar mucho en función del juego y de la empresa que esté detrás de cada metaverso, las parcelas de terrenos virtuales que se venden como NFT pueden acuñarse en el sitio web del desarrollador (venta primaria) o comprarse en un mercado secundario de NFT como OpenSea.
El futuro de la tierra virtual.
En 2022, el mercado de la tierra virtual es en gran medida especulativo. Otherside aún no ha salido al mercado, Meta todavía no ha hecho realidad su visión del metaverso, y The Sandbox y Decentraland han visto cómo los precios de sus tokens han disminuido considerablemente.
Aunque se hayan invertido millones en este espacio floreciente, queda por ver si la mayoría de los entusiastas de Web3 utilizarán realmente el terreno virtual que compran, o simplemente se aferrarán a él con la esperanza de que su valor aumente con el tiempo.
Algunos sostienen que el metaverso y sus terrenos virtuales son, esencialmente, un esquema de enriquecimiento rápido sobrevalorado. Un “propietario digital” dijo a Vice que, en su opinión, los terrenos virtuales eran poco más que “un bombo futurista”. Y en febrero, Protocol preguntó a sus lectores si toda esta especulación sobre los terrenos virtuales estaba realmente “estropeando la promesa” del metaverso.
