El peso argentino ha caído sistemáticamente frente al dólar estadounidense este mes, perdiendo casi un 12% desde el 1 de enero. El comportamiento del tipo de cambio del dólar “blue” informal sigue trayendo preocupaciones sobre una posible escalada de las tasas de inflación, que se prevé que alcancen casi el 100% este año, tasas similares a las registradas en 2022.
El peso argentino sigue cayendo
Argentina se encuentra actualmente sumergida en un escenario de devaluación que tiene la posibilidad de provocar una escalada de precios este año. El valor del peso argentino frente al dólar estadounidense ha caído casi un 12%, alcanzando una cotización récord de 386 pesos por dólar el 27 de enero en su variación “blue”.
El tipo de cambio no ha dejado de subir desde diciembre, cuando alcanzó los 356 pesos por dólar, rompiendo un mínimo histórico para el peso en ese momento. El gobierno ha realizado movimientos para mantener su estabilidad, inyectando dólares para satisfacer la demanda de los importadores registrados en el mercado y anunciando una operación de compra de más de 1.000 millones de dólares de su propia deuda externa.
Sin embargo, esto parece haber logrado todo lo contrario, y ahora los analistas locales están preocupados por el saldo de las reservas del país después de este desembolso, que afectaría las capacidades del banco central. María Castiglioni Cotter, directora de una firma de asesoría económica, criticó la medida, afirmando que no tiene sentido mientras el país afronta un déficit presupuestario.
La inflación y las crisis que se avecinan
Esta caída continuada del valor del peso argentino ya está afectando a los precios que los ciudadanos tienen que pagar por bienes y servicios, incluso cuando el Gobierno ha aplicado una serie de medidas para limitar la subida de precios de varios productos. Los cálculos realizados por empresas privadas prevén una tasa de inflación superior al 5% en enero, una cifra elevada si se compara con la de países como Brasil, que se prevé que registre una subida inferior a medio punto.
Salvador Di Stefano, otro analista local, cree que la operación de compra de deuda podría acentuar los problemas que afronta actualmente el Estado. Di Stefano afirmó que esto podría afectar a la cantidad de divisas disponibles para las importaciones, provocando una desaceleración aún mayor de la economía.
Según él, el dólar seguirá cayendo a medida que el Gobierno intente inyectar dólares para frenar la depreciación del peso, una estrategia similar a la que utilizó el presidente Macri allá por 2018. Además, el gasto público acentuaría esta devaluación, ya que se espera que el Gobierno lo acelere debido a la proximidad de las elecciones. Analistas privados esperan que la inflación argentina supere el 95% este año.
