Las posiciones de Elon Musk sobre diversas criptomonedas son bien conocidas en el mundo cripto, al igual que su valentía al participar en el criptodebate más acalorado, el del impacto ecológico de la minería de bitcoin.
Y es que el consejero delegado de Tesla reveló en marzo de 2021 que los clientes podrían adquirir productos o accesorios de la marca y pagar sus facturas en bitcoin después de gastar 1.500 millones de dólares en BTC en febrero de ese año.
Debido a la extrema volatilidad del activo, Elon Musk indicó que los bitcoins reunidos no se convertirán en dinero fiduciario, pero su interés se desvaneció rápidamente.
Tesla anunció luego la suspensión de los pagos en bitcoin, alegando la preocupación por el aumento del uso de combustibles ricos en carbono para minar bitcoins.
La revista Bitcoin Magazine, que se ha ocupado del asunto, no está en absoluto de acuerdo con esta postura e invita al multimillonario a reconsiderar su postura.
¿Falsas alarmas?
Derek Khanna, Grant McCarty y David Zell expresan en una carta, publicada el 10 de enero de 2022, su descontento por la postura de Musk.
“Como usuarios y partidarios del bitcoin, nos molestamos en mayo cuando Tesla reveló que sólo aceptaría monedas fiduciarias”.
Los editores están especialmente indignados por el falso juicio ecológico que se le hace al bitcoin pero no al dinero fiduciario.
Bitcoiners se preocupan por el medio ambiente
La carta abierta crítica a Musk, por oponer el bitcoin a la preservación del medio ambiente.
Con base en el Memorando de la Iniciativa de Energía Limpia y la investigación de Rui Shan, de la Universidad de Carolina del Norte y Soleil Yaojin, de la Universidad de Tennessee, los tres signatarios ilustran cómo Bitcoin es una de las tecnologías que realmente respaldan la adopción y el desarrollo de energía verde en todo el mundo.
Es cierto que bitcoin consume más energía, pero ¿nos hemos preguntado si vale la pena invertir tanta energía en las ventajas que ofrece este activo?
“Como resultado, los escritos tradicionales existentes sobre temas ambientales son altamente problemáticos. Son el resultado de malentendidos sobre bitcoin y, por lo general, tienen títulos incendiarios y engañosos. Pero la evidencia parece indicar que aunque los vehículos teslas y bitcoin usan energía, ambas tecnologías son buenas para el medio ambiente”, dice la carta.
¿Se equivocó Musk sobre la energía necesaria para minar Bitcoin?
“Necesitaba un poco más de diligencia para comprobar que el porcentaje de uso de energía renovable es igual o superior al 50% y que hay una tendencia a aumentar esa cifra, y si es así, Tesla volvería a tomar Bitcoin”, dijo Musk en la Conferencia B-Word.
Pero, según los tres autores de la carta abierta a Elon Musk, la minería de bitcoin consume más del 56% de energía renovable, citando estudios del Bitcoin Mining Council. Por ejemplo, los estadounidenses sólo usan un 20% de energía renovable, en gran medida para cargar los automóviles eléctricos Tesla.
“¿Significa esto que no habrá Teslas hasta que la energía utilizada para cargarlos sea más del 50% renovable? “Esperamos que no”, bromearon.
Necesidad de un verdadero estudio del impacto ambiental de Bitcoin
En la carta, los tres directivos afirman que la mayoría de las investigaciones sobre el impacto medioambiental de bitcoin son alarmistas y están impulsadas por el deseo de silenciar la criptomoneda. Hay que tener en cuenta que el bitcoin se presenta como benigno para el medio ambiente cuando no lo es.
“Hasta hace poco, los cheques atravesaban con frecuencia el país antes de pasar por la aduana. “Muchas transacciones de bitcoin son transfronterizas, lo que no sólo es costoso, sino que también consume muchos recursos en monedas fiduciarias“, escribieron.
Para evitar el ridículo ecológico de la criptomoneda, los firmantes de la carta abierta exigen una investigación rigurosa, honesta y exhaustiva del asunto.
Este estudio debería comparar el consumo energético de Bitcoin con el de las monedas fiduciarias y el oro. El impacto medioambiental, la red mundial y todas las transacciones de bitcoin.
Para llegar a un consenso sugieren reunir un equipo experimentado, inclusivo y diverso.
Incluso se pide a Tesla y a Elon Musk que recomienden instituciones o personas que ayuden a llevar a cabo este propósito, por lo que las conclusiones no parecen representar únicamente las opiniones de los usuarios de bitcoin.
“Aconsejamos que este estudio sea realizado por alguien con excelentes credenciales medioambientales. Además de las ONG, sabemos que Tesla tiene acceso a este tipo de instituciones”, afirma la carta abierta.
Muchos usuarios de Bitcoin y donaciones como las dadas al Parque Nacional Virunga de la RDC, son ecologistas acérrimos.
Se sienten constantemente molestos por los frívolos litigios medioambientales. La demanda de una investigación seria ofrece una oportunidad para resolver este asunto con ciencia, no con conclusiones sin fundamento.
Elon Musk y Tesla, ecologistas de toda la vida, deberían aprovechar esta oportunidad, no sólo para beneficiarse de las conclusiones del estudio, sino también para contribuir activamente a su concepción, aplicación y publicación. Es hora de ser realistas sobre el impacto medioambiental de Bitcoin.
