La tecnología blockchain de Bitcoin es, en principio, anónima pero también rastreable debido al elemento de transparencia. Por tanto, Bitcoin puede denominarse “pseudoanónimo”. Las agencias gubernamentales están contratando a expertos en criptodivisas para que les ayuden con el seguimiento de BTC y la verificación de la identidad.
En la práctica, ¿cómo pueden las autoridades como la policía, Hacienda o el FBI rastrear Bitcoin? Dado que las autoridades no pueden identificar directamente a las partes implicadas en una transacción de Bitcoin, pueden intentar observar la cadena de bloques y analizar los movimientos de BTC y los patrones correspondientes. De esta manera, buscan perfilar, desanonimizar e identificar a los que realizan las transacciones.
Entonces, ¿por qué harían eso los gobiernos y con quién colaboran? Es importante destacar que la mayoría de las transacciones de Bitcoin no están asociadas a actividades delictivas. Sin embargo, las fuerzas del orden, como la policía o el FBI, siguen intentando atrapar a las personas u organizaciones que utilizan criptomonedas como Bitcoin con fines ilícitos, como el blanqueo de dinero o el fraude. Del mismo modo, una agencia como Hacienda quiere rastrear a los propietarios, comerciantes e inversores de BTC para recaudar impuestos sobre las ganancias de capital o los ingresos.
Empresas como Chainalysis ofrecen servicios de monitorización y análisis de blockchain. Estas empresas analizan si ciertos BTC que se mueven entre carteras están, de alguna manera, asociados a actividades delictivas y pueden colaborar con el FBI para ayudar a los investigadores a rastrear ciertos fondos de criptodivisas a nivel internacional.