El sistema bancario global está al borde de una transformación significativa con la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT) preparándose para dar un paso audaz hacia la era digital. A partir de 2025, SWIFT iniciará pruebas en vivo de transacciones con activos y monedas digitales, un movimiento que refleja la creciente aceptación y la necesidad de integrar las tecnologías blockchain y las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) en el sistema financiero tradicional.
SWIFT, que conecta a más de 11.500 instituciones financieras en más de 200 países, no es ajeno a la innovación, pero este proyecto marca un hito en su historia. Las pruebas en cuestión están diseñadas para explorar cómo las CBDC y otros activos digitales pueden interoperar a través de diferentes protocolos y tecnologías, asegurando que, independientemente de su base tecnológica, estas monedas puedan ser utilizadas conjuntamente de manera eficiente y segura.
Este anuncio surge en un contexto donde alrededor del 90% de los bancos centrales del mundo están evaluando o desarrollando sus propias versiones digitales de sus monedas, según posts en X y reportes de medios financieros. La iniciativa de SWIFT busca prevenir la fragmentación en los sistemas de pago globales, asegurando que incluso cuando las CBDC se basen en tecnologías dispares, puedan funcionar en una red cohesiva.
Las pruebas no solo se centrarán en la compatibilidad y la interoperabilidad, sino que tambiénapuntan a reducir costos, aumentar la velocidad de las transacciones, y mejorar la inclusión financiera. Además, esta movida hacia la digitalización puede facilitar la lucha contra el lavado de dinero y la corrupción mediante transacciones más rastreables y transparentes.
La comunidad financiera y tecnológica observa con gran interés, ya que el éxito de estas pruebas podría redefinir cómo entendemos y manejamos el dinero y los activos en el futuro. Este paso de SWIFT no solo es una respuesta a la competencia de las criptomonedas descentralizadas sino también una alineación con las tendencias globales hacia la digitalización de las finanzas.
El 2025 podría ser recordado como el año en que el sistema financiero tradicional y las nuevas tecnologías financieras comenzaron a converger significativamente, con SWIFT liderando este cambio desde el frente, asegurando su relevancia y dominio en la red global de transacciones.
