Banner

El Banco de Pagos Internacionales (BPI), conocido por su papel crucial en la facilitación de la cooperación entre bancos centrales, ha dado un paso significativo con su Proyecto Agora, entrando en la fase de diseño con la participación de 41 empresas financieras privadas. Este ambicioso proyecto, iniciado en abril de 2024, busca revolucionar la manera en que se realizan los pagos transfronterizos mediante la integración de depósitos tokenizados de bancos comerciales y monedas digitales de bancos centrales en una plataforma unificada.

El Proyecto Agora no es solo un experimento tecnológico; representa una respuesta a las ineficiencias del sistema financiero global. Entre los participantes se encuentran gigantes financieros como Visa, Mastercard, y SWIFT, junto con la bolsa digital suiza SIX y el Monex Group de Japón, entre otros. Este consorcio refleja la magnitud y la seriedad con la que se toma este proyecto, apuntando a una transformación en la operativa de las transacciones internacionales.

El objetivo central de Agora es hacer las transacciones más eficientes, abordando problemas como la duplicación de esfuerzos en la verificación de clientes y la prevención del lavado de dinero, procesos que actualmente se repiten con cada intermediario en la cadena de pagos. Al unificar estos procesos en un ledger o libro mayor unificado, el proyecto promete no solo acelerar las transacciones sino también aumentar su seguridad y transparencia.

La incorporación de la tokenización, un proceso que convierte derechos sobre un activo en un token digital en una blockchain, es clave en este proyecto. Esta tecnología permite la representación de activos financieros de manera digital, facilitando su transferencia y liquidación en tiempo real, algo que el sistema financiero tradicional no puede ofrecer con la misma eficiencia.

El Proyecto Agora también es un reflejo de la creciente aceptación y experimentación con tecnologías blockchain y activos digitales por parte de las instituciones financieras más tradicionales. Al incluir a siete bancos centrales, liderados por el Banco de Francia y el Banco de México, entre otros, el proyecto asegura que las regulaciones y las políticas monetarias se consideren desde el inicio, lo que podría facilitar la adopción global de estas tecnologías.

Este movimiento hacia un sistema de pagos más integrado y eficiente no solo promete beneficios en términos de velocidad y costo, sino que también podría establecer un nuevo estándar para cómo se conciben y operan las transacciones financieras internacionales en el futuro. Con el Proyecto Agora, el BPI y sus colaboradores están sentando las bases para un sistema financiero más interconectado y digitalizado, respondiendo a las demandas de una economía global que no para de crecer y evolucionar.

Categorizado en:

Noticias,

Última Actualización: septiembre 16, 2024