Primero, la reducción a la mitad del Bitcoin (halving) ya está descontada en el precio actual. Históricamente, el precio del Bitcoin ha subido significativamente después de los halvings, pero este efecto tiende a menguar con el tiempo. Ahora que la última reducción a la mitad ya ocurrió en abril de 2024, es poco probable que impulse el precio a nuevos máximos en el corto plazo.
En segundo lugar, la demanda institucional, que fue un importante motor del reciente aumento de precios, parece haberse estabilizado. Si bien los grandes inversores como BlackRock siguen interesados, no se espera que haya una afluencia masiva de nuevos fondos en los próximos meses. Esto limita el potencial de subida a corto plazo.
Además, la economía global enfrenta desafíos, como la persistente inflación y la posibilidad de una recesión. Esto podría reducir la apetencia de riesgo de los inversores y frenar la demanda de activos como Bitcoin a corto plazo.
Por último, el mercado de criptomonedas en general ha experimentado una considerable volatilidad recientemente. Esta incertidumbre puede hacer que los inversores se muestren más cautelosos y retrasen sus inversiones en Bitcoin hasta que se aclare el panorama.
Si bien el futuro a largo plazo de Bitcoin sigue siendo prometedor, es poco probable que veamos nuevos máximos históricos en los próximos 3 meses. El efecto del halving ya está descontado, la demanda institucional se ha estabilizado y las condiciones macroeconómicas generales son inciertas, lo que limita el potencial de apreciación a corto plazo.
